¿Buscáis un hotel en Sigiriya y no tenéis muy claro dónde reservar? Os presentamos el hotel donde tuvimos la oportunidad de alojarnos una noche durante nuestra visita al Triángulo Cultural en Sri Lanka. Tras barajar varias opciones nos decantamos por el Hotel Sigiriya debido a su privilegiada situación justo en frente de la roca sagrada.
La ubicación del hotel es fantástica, despertarte por la mañana y desayunar mirando a Sigiriya o el simple hecho de darse un baño en la piscina contemplando las vistas, no tiene precio. El recibimiento no pudo ser mejor, nos recogieron el equipaje y nos acompañaron al bar junto a la piscina donde nos obsequiaron con dos zumos de frutas y unas toallitas húmedas que saciaron nuestra sed y calor, que no era precisamente poco. A continuación hicimos el check in sin ningún tipo de prisa y nos acompañaron a nuestra habitación.
Habitación
Las habitaciones con vistas al jardín son muy amplias, limpias y están decoradas con muy buen gusto. Un enorme Ayubowan (saludo habitual de Sri Lanka) hecho con flores y hojas cubre nuestra cama. La climatización de la habitación es perfecta, tenemos la opción de utilizar tanto el aire acondicionado como el ventilador del techo.
La cama extragrande y cómoda es la protagonista, justo al lado hay una zona de relax y televisión con dos sillones, una mesa, un equipo de música, un DVD y el minibar.
Antes de llegar al baño nos encontramos con una cesta enorme de frutas y unos pastelillos, acompañándolos se encuentra un calentador, unas tazas y unas botellas de agua, té y café de cortesía.
El baño con ducha no defrauda, no es muy grande pero tiene un tamaño correcto. Junto al lavabo encontramos gran número de amenities de todo tipo desde gorros de ducha a set de afeitado, pasando por champú, gel y cepillo de dientes. Añadir que todo está muy limpio.
Zonas comunes
En el Sigiriya Hotel hay que destacar la piscina, para nosotros el principal atractivo del hotel, sin palabras. Tanto la forma, la posición, los colores y Sigiriya de fondo hace que te puedas pasar horas a remojo contemplando las vistas. Tenemos un grato recuerdo ya que cuando llegamos hacía un calor terrible y nos fuimos directos a la piscina, la temperatura del agua era perfecta. Rodeando a esta hay gran cantidad de hamacas disponibles así como mesas y sillas.
Junto a la piscina y bajo techo hay una zona de bar y descanso con gran cantidad de sofás y mesas.
Los clientes tienen a su disposición un aparcamiento privado gratuito donde no es necesario reservar.
El hotel también dispone de un salón para eventos.
Restaurante
Teníamos el desayuno y la cena incluidos. El restaurante está a pocos metros de la piscina siguiendo un pequeño camino. Tanto el desayuno como la cena eran tipo buffet, si lo deseamos esta última puede ser a la carta.
El desayuno es muy completo, encontraremos todo tipo de platos para todos los gustos, dulces, salados, comida local, zumos, frutas, muy variado y muy bien presentado.
Respecto a la cena, al igual que el desayuno, tenía bastante variedad. Comida en su mayoría occidental a excepción de una parte que era comida local. Nos llamó mucho la atención la presentación de ciertos platos y la gran cantidad de postres.
Servicio
Muy bueno, desde el primer momento en que aparecimos por recepción nos trataron fenomenal. Llevábamos nuestro propio tuk tuk, nos indicaron donde podíamos estacionarlo, nos dieron consejos por si teníamos problemas, nos ayudaron a llegar a nuestro próximo destino. El personal del hotel se portó genial en todo momento y no se les veía obsesionados con las propinas, nos enseñaron las instalaciones, la habitación, el restaurante… todo con una sonrisa y con mucha educación. Excelente.
¿Lo recomendamos?
Por supuesto. Puede que el precio sea algo elevado para ser Sri Lanka pero no es nada desorbitado y el hotel está a la altura, buen trato, muy buena situación y preciosas vistas. Si vamos a pasar un par de días por la zona conociendo Sigiriya creemos que puede ser una buena elección. No dudaríamos en repetir.
Reservas desde la web del hotel